Goliat era el líder de los filisteos, quienes estaban enfrentados con los israelitas, gobernados por el rey Saúl. Ante el interminable conflicto, el gigante decidió retar al pueblo de Israel proponiendo que eligieran a su mejor hombre para enfrentarse a él en un combate mano a mano, y quien resultara vencedor, condenaría al pueblo del perdedor a ser esclavizado. Pasaron unos 40 días, hasta que el pequeño pastor David se enteró del reto, y se hizo cargo del mismo, en su intento de proteger a su rebaño. Pese a que nadie tenía fe en él, tomó una honda y una piedra y derribó al gigante al atinarle un piedrazo en la frente. Y al caer, cortó su cabeza, completando así la gran hazaña.
Miles de años después, el rey Vasco, quien llegará al Palacio Tomás Ducó con una racha de 12 batallas sin perder, intentará doblegar a un rival que, en su afán por conquistar América, parece llegar al duelo de esta tarde algo débil. Sin embargo, el pastor Néstor nunca pierde la fe en sus dirigidos, y sabe que, como alguna vez Wanchope y Mancinelli lo fueron, siempre podrá haber alguna piedra que derribe al gigante.
Es verdad, la batalla será dura. El mejor soldado que hoy milita en La Boca, fue formado en Parque de los Patricios, pero sabe que hoy su bandera es otra. Con Daniel Osvaldo a la cabeza, el Vasco también parará entre sus líneas a Sara; Peruzzi,Díaz, Torsiglieri, Colazo; Pérez, Erbes, Melli; Lodeiro y Carrizo.
Pero el pueblo quemero no irá a su Palacio para ser esclavizado, sino que confiará en el poder de Díaz, Mancinelli, Nervo, Domínguez, Sotelo; Moreno y Fabianesi, Villarruel, Vismara , Gallegos; Campana y Abila.
Quizá muchos no confíen en el más débil. Pero de lo que no quedan dudas, es que éste buscará la piedra indicada para poder bajar a este gigante.
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