Huracán empató 2-2 con Sarmiento en el Ducó, extendió su racha sin triunfos como local y redujo aún más el margen de error de cara al último tramo del torneo. Pese a estar dos veces arriba en el marcador, el Globo no supo aguantar ni estirar el resultado y pagó cara la displicencia que lo caracterizó en el segundo tiempo. El miércoles, los dirigidos por Kudelka completarán el duelo ante Temperley.
Foto: Télam
El electrocardiograma de Huracán cada vez emite menos sonidos. Las muestras de vida del equipo son sucintas y la preocupación por el lugar en la tabla se ha transformado en pánico a ocho fechas del final. Es que si le auscultamos el corazón al Globo, qué se puede encontrar. Poco y nada. Algunos minutos de Espinoza, apariciones fugaces de Martínez y basta de contar. Ante Sarmiento, se le presentaron numerosos marcos favorables de diversa índole, pero no pudo encuadrar en ninguno de ellos.
Abrir el marcador a los cuatro minutos, conseguir el segundo gol en un buen momento del rival y golpearlo anímicamente, enfrentar a tres -de cuatro- defensores amonestados. Nada de esto pudieron capitalizar los jugadores, que tampoco lograron esconder su fragilidad emocional ante la adversidad. Cada empate del conjunto de Junín fue un punto de inflexión en el partido. La capacidad de reacción del plantel quemero estuvo más sujeta a la fortuna y el azar que a su fortaleza mental, factor fundamental para concretar un sprint exitoso que permita ubicarse entre los primeros cinco.
En un certamen tan corto, de vaivenes constantes y candidatos nuevos cada fin de semana, las chances matemáticas serán cómplices de los once participantes. Sin embargo, Huracán tiene la soga al cuello y cada punto que desperdicia aprieta el nudo. El Globo está, a la vez, muy cerca y muy lejos del quinto lugar. La solución es tan sencilla de descifrar como difícil de conquistar: ganar. Hay un último guiño de ojo del destino, los doce minutos restantes de la victoria parcial ante Temperley. De obtener los tres puntos, será el puntapié inicial para la remontada, que deberá ser épica.
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