-¿Guapeé no?
-Sí Ringo, quedate tranquilo.
-Perdí, sí, pero ¿guapeé no?
La multitud aún gritaba. La prensa todavía seguía cerrando sus crónicas, y las luces de Las Vegas se hacían cada vez más brillantes. Pero las lágrimas de Bonavena inundaban uno de los vestuarios del mítico Madison Square Garden. Su rostro golpeado, hinchado y maltratado, no era capaz de reflejar ni un tercio del dolor y de la desazón que sentía por dentro. Las heridas que más lo acongojaban eran las de su propio corazón, que en su intento por ser valiente, terminó siendo el máximo culpable de dejarlo en la lona. Su círculo íntimo lo miraba en silencio mientras el médico lo revisaba. La toalla mojada yacía entre sus hombros y el blanco de los azulejos en las paredes se iba apagando de a poco… al igual, que su sueño de derrotar al gran Muhammad Ali.
Hacía unos instantes nada más, el mundo entero había puesto sus ojos en él. No sólo había llegado a la cima, sino que además la había enfrentado. Mientras el rating mundial explotaba y las apuestas seguían su curso, Oscar luchó con alma y vida hasta el último round. El mejor boxeador del mundo no había podido doblegarlo hasta entonces, pero así y todo, él sabía que no le alcanzaba. En las tarjetas sería carne de cañón, por lo que tenía dos opciones: dejar que el 15º asalto transcurriera de manera inadvertida y terminar así la pelea levantando los brazos y conformándose con hacer sólo un gran papel, o ir a todo o nada. Pero lamentablemente para Ringo terminó siendo nada, una nada que lo pondría en el pedestal de los más guapos de la historia, una nada que pasaría luego a convertirse en leyenda. Una nada que durará por siempre.
Tras la derrota y ante el fervor de los micrófonos enardecidos por escuchar la palabra de ese gran bocón que se la había pasado alardeando que sería el nuevo rey, Ringo fue contundente: «Quiero decirles que perdí porque quería ganar». No fue un parafraseo. Fue la franqueza absoluta de que lo dio todo por conseguir su sueño. Fue la muestra de que la mediocridad no era lo suyo pese al gran riesgo de morder la lona y el polvo de la derrota. Fue la prueba cabal que, como quién dice, es mejor morir de pie, que vivir de rodillas.
Mañana, 25 de septiembre, Ringo estará cumpliendo 74 años entre las nubes. Y esta noche, la tribuna que lleva su nombre será testigo de aquellos miles que, a pesar de tantos golpes, derrotas y desilusiones, siempre seguirán guapeando por siempre.
Somos del barrio de La Quema, somos del barrio de Ringo Bonavena.
Síntesis:
Probables formaciones:
Huracán: Marcos Díaz; Carlos Araujo, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Luca Sosa; Matías Fritzler, Mauro Bogado; Mariano González, Daniel Montenegro, Julio Angulo; Diego Mendoza. DT: Eduardo Domínguez.
Sarmiento: Julio Chiarini; Alexis Niz, Francisco Dutari, Nicolás Bianchi Arce, Guillermo Cosaro; Hamilton Pereira, Lucas Pérez Godoy; Gonzalo Di Renzo, Walter Busse, Kevin Mercado; Leandro Díaz. DT: Gabriel Schurrer.
Arbitro: Fernando Rapallini
Horario: 20.15 hs
Transmiten: Tv Pública y El Ojo del Huracán (AM 1090).
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