La previa vs Rafaela: Amor de cancha

Por fin llegó el día en el que pude averiguarlo. Aunque quizás ustedes crean que es un mínimo detalle o un hecho sin importancia, hacía mucho tiempo que anhelaba este momento. No sé, por ahí les parezco demasiado tímido. Más de uno me dirá directamente… directamente que soy medio boludo. Pero bueno, las cosas se dieron así. No sé bien por qué. A mi timidez habitual para entablar relación con el sexo opuesto, esta situación en particular la multiplicó por mil.

Les comentaba, entonces, que llevo años mirándola. De reojo, con disimulo. A veces no me doy cuenta y me cuelgo, me quedo embobado. Entonces es ahí cuando ella me engancha clavándole fijamente mis cuatro ojos. Lo cierto es que siempre va al mismo lugar. A metros de donde nos ubicamos mi viejo, mi hermana y yo. Para que más o menos se den una idea, del lado derecho de la Bonavena. Muy pegadito a la Miravé. El problema es que ella está unos escaloncitos arriba mío, por lo que mi media vuelta tiene que ser muy actuada para poder observarla sin que se percate de mi inocente acto.

Como cábala, siempre lleva puesta su camiseta blanca de “Tarjeta Plata” con el número 7 en la espalda y un autógrafo ya medio borroneado de Maurito Milano cerca del escudo. Para completar, se pone unos joggings rojos con el globito bordado. ¿Qué les puedo decir? Va vestida casi de entrecasa y, sin embargo, tiene una belleza que se me hace difícil explicar con estas simples palabras.

Aunque parezca mentira, nunca me animé a hablarle. No directamente. Es que en un principio imaginé que por lo menos uno de los que la rodeaba era su novio. Y de hecho, en algún momento así fue. Pero con el paso del tiempo, el tipo desapareció… para mi alegría, claro. Hay otros dos que la acompañan, que visiblemente parecen ser familiares. ¡Esperen! No se vayan a pensar que soy un acosador ni nada por el estilo. Entiéndanme, son tantos años de tenerla tan cerquita, que uno se va enterando de todo de a poquito…

Te juro que hasta me acuerdo que la única vez que intenté intercambiar dialogo, fue allá por el 2005, en un Huracán-Belgrano. Estábamos ganando 1-0 con un golazo de… ¿de Osvaldo era? ¡NO! No fue Osvaldo. Con una tremenda volea de Mariano Juan, me acuerdo. Ese partido, sobre el final, giré la cabeza y le consulté (medio mirando hacia la nada) cuánto tiempo faltaba para que terminara ese parto. Pero no tuve suerte porque su hermano se anticipó a la respuesta. “Quedan cuatro. Vamos que ya está”, me dijo.

Desde entonces, amagué y amagué miles de veces a hacerle algún tipo de comentario, cualquier cosa. Pero como nunca estaba sola, me inhibía una y otra vez. De todas formas, supongo que con el transcurso de los torneos, se fue dando cuenta de mi interés. Nadie podría pasar por alto la presencia de un flacucho de metro ochenta y cinco, y menos si esa persona te está mirando fijo cada cinco minutos.

Pero por fin llegó el día. Cuando menos me lo esperaba. En un momento donde ni siquiera su belleza podía hacerme quitar los ojos de lo que pasaba dentro del campo de juego. San Lorenzo llegaba invicto al Ducó de la mano del Patón Bauza, con la ilusión de seguir peleando el torneo hasta el final. El clásico estaba 1-0 a favor de los cuervos y parecía que nada ni nadie iba a cambiarnos la suerte. Sin embargo, cuando el partido se moría, fue Wanchope quien la empujó abajo del arco para hacernos delirar de alegría. Nos revolcamos por toda la popu, desaforados, hasta que de pronto mis ojos no podían creer lo que veían: entre abrazo y abrazo con tanto desconocido, la encontré festejando en mis brazos. Inmediatamente, mi tono de piel pasó de blanco lápida a bordo. Su sonrisa socarrona y los pocitos que se formaban alrededor de la misma, dejaban entrever una cierta complicidad. Una complicidad que iba más allá de lo que estaba pasando dentro de la cancha.
Me miró, se rió y, por primera vez, me habló con una afónica pero dulce voz. Ana. Dice que se llama Ana…

Atlético de Rafaela: Hoyos; Carniello, Paredes, Campi, Abero; Pittinari, Romero; Itabel, Luna, Martino; L.Díaz. DT: Juan Manuel LLop
Huracán: Marinelli; Romat, Nervo, Risso, Villalba; Bogado, Compagnucci, González; Briasco, Mendoza y Angulo. DT: Juan Manuel Azconsabal
Fecha y hora: 08/04/2017, 17:15 hs
Estadio: Nuevo Monumental
Árbitro: Ariel Penel
Transmite: TV Publica


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Leandro Sanchez: Periodista. Pasante en Diario Olé. Integrante de El Ojo del Huracán (La Transmisión), Amigos de Huracán y Planeta Globo. Twitter: