Reencuentro

Huracán empató 1-1 con Rosario Central y sumó como visitante por primera vez en el torneo. Aunque no pudo hacerse de un triunfo que lo eleve en la tabla, le hizo frente durante largo rato a uno de los animadores e invictos de la Primera División. Agustín Torassa convirtió el gol tras un penal que le hicieron a Edson Puch, que se fue expulsado.

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Huracán se encontró a sí mismo. Mejor dicho, se reencontró. Tras la expedición en la Copa Libertadores, el conjunto de Néstor Apuzzo resolvió con inteligencia e intensidad un par de partidos ante dos rivales de peso cuya posición en el certamen local habla por sí sola. Ante River, se consagró campeón por segunda vez en cinco meses. Anoche, en Rosario, demostró que tiene material para estar mucho más arriba de la posición 25 que ocupa tras once fechas. La longitud del torneo es un factor a favor del Globo, que afrontará un quinteto de compromisos más antes del receso de invierno y sin más en la cabeza que acomodarse en el campeonato local.

Pero más importante aún que la pasta es la identidad que se pudo apreciar en las últimas presentaciones de Huracán. En el Gigante de Arroyito, el Globo dio otra muestra cabal de su estilo. Y no la dio para adentro, sino para afuera. Demostró que poner más gente de mitad de cancha hacia atrás y disponerse al contraataque es la forma, su forma, esa que le permitió ascender y ganar la Copa Argentina, con la goleó a Alianza Lima en Perú y la que arrolló a Cruzeiro. Gustos de lado, el arraigo del plantel a la idea del entrenador trajo consigo una efectividad mayor al 50% -44 puntos sobre 87 posibles- desde aquel duelo ante Atlético en Tucumán en el que el DT asumió el mando.

Tan hondo ha calado la directiva en los jugadores y tanto la han asimilado que incluso sin el capitán ni el goleador, el sistema sirvió para superar en el primer tiempo al Canalla en su estadio, para soportar la embestida de la Academia rosarina, que jugó en superioridad numérica los minutos finales, y para tener dos o tres chances que no terminaron en grito por la levemente desatinada puntería de los delanteros. Cosas por mejorar, siempre las hay. Pero es fundamental haber encontrado la manera de encarar los partidos. En un mes en el que habrá días de descanso de sobra, Huracán tendrá la chance de despegar definitivamente.


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