Huracán aprovechó la jerarquía de sus delanteros y triunfó por 2 a 1 ante Temperley en el Beranger. El Globo jugó mal, pero fue contundente y tuvo a favor una magistral actuación de Marcos Díaz.
Fue pobre lo de Huracán, que aún no logró recuperar el nivel que supo ubicarlo de buena forma durante el semestre pasado. Esta vez, debió enfrentar a un rival necesitado y con muchas urgencias. Lejos de sacar rédito de la desesperación del adversario, el equipo de Alfaro se rindió a la suerte y sufrió más de lo pensado.
A los 17, Andrés Chávez se encontró mano a mano con Josué Ayala tras un horror defensivo de Temperley. El 23 definió cruzado y puso en ventaja a un Huracán que poco había hecho.
Con el correr de los minutos, el Gasolero acorraló al Globo y llegó de todas las formas: entre Díaz, el palo y algunos defensores de la visita impidieron el empate del Celeste, que estuvo muy errático a la hora de la definición.
En el complemento, otro error del local en defensa permitió el segundo gol del equipo de Alfaro: Pussetto no falló mano a mano, y, tras picar la pelota, amplió la ventaja.
Todo parecía color de rosas para Huracán, que tenía espacios en ataque y ya no padecía tanto los avances del contrario. Sin embargo, en un rebote desafortunado, Sosa le dió el descuento a Temperley a diez del final.
El Globo no pisó a su rival cuando estaba en el suelo y debió sufrir hasta el minuto 50, cuando Delfino pitó la finalización del encuentro.
Huracán alcanzó los 33 puntos en el torneo y se posicionó, temporalmente, en la sexta ubicación. Los promedios parecen haber quedado a un lado.
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