Huracán fue derrotado por dos tantos contra uno en su visita a Sarmiento de Junín, por la quinta fecha del torneo de la B Nacional. Sin embargo, el resultado no refleja lo que de verdad fue el partido… el Globo mereció ser goleado. Sin ideas, sin juego, sin fútbol. La actitud del equipo brilló por su ausencia. Rivoira, al borde del cañón.
Los hinchas de Huracán somos cabezaduras, eso es una realidad. Por más que el equipo no muestre una mínima señal atractiva, sea de fútbol, de garra, de lo que sea, siempre renovamos la ilusión de un fin de semana al otro. Y hoy no era la excepción, por eso la gente dio el presente, para no perder la costumbre. Contra Merlo, si bien se habían logrado los tres puntos, se jugó horrible, solo se tuvieron tres llegadas en los últimos minutos y parecía que, lejos de crecer el volúmen de juego, por el contrario, era cada vez menor. Era muy difícil pensar que se podía jugar peor que el sábado pasado, no obstante, hoy Huracán lo logró.
De entrada el equipo se paró con un 5-2-1-2, con Danelón y Minici en las puntas de la línea más larga, y Martínez de enlace. Uno suponía que los laterales participarían tanto del ataque como de la defensa, según se tuviera la posesión de la pelota o se bancara la parada ante un avance rival. Créase o no, casi no participaron de ninguna de las dos cosas. Salvo uno, dos como máximo, desbordes de Minici (que terminaron en nada), ni el proveniente de Gimnasia de Jujuy ni el ex Central pudieron sumarle algo al equipo. Para colmo, en el medio, el doble cinco conformado por Busse y Villarruel no contenía ningún ataque de los de Junín. Y Martínez no generó nada salvo dos faltas, ambas inventadas por Giannini. Dados estos factores, pese a que cuando se defendía se lo hacía con siete personas (línea del fondo completa y dos volantes centrales), a Huracán le llegaron, en igual medida, por izquierda, por derecha y por el medio.
Antes del primer cuarto de hora, a los 13 minutos, Sarmiento abre el marcador. Tamburelli le pega al arco, rebota en un quemero y le cae en el área a Cuevas, que la manda al fondo de la red. Uno a cero. De ahí en más, Huracán desapareció. No atacó, no defendió, no tuvo la pelota, no pegó, no raspó, no quitó, no metió. Literalmente, no hizo nada. Los de Junín monopolizaron la tenencia del balón a lo equipo inglés, de forma sencilla. Toque entre los defensores, la pelota llegaba a los volantes y los laterales picaban a sus espaldas. Si no podían atacar, vuelta a la defensa. Fácil y simple. Huracán ni siquiera reaccionaba, y pese a estar perdiendo, diez jugadores permanecían detrás de la mitad de la cancha, mientras los de Sarmiento tocaban y tocaban. Así se fue la primera mitad.
Sale el Globo al segundo tiempo con dos cambios, Chacón y Bustos adentro, Martínez y Danelón afuera. El esquema, el mismo. La forma de jugar, la misma también. Si bien la participación de los dos ingresados fue mayor a la de los que salieron, nada cambió. Sarmiento manejó la pelota y en un ataque más, otra vez Tamburelli protagonista: se tira en el área, Giannini cobra y penal para el «Verde». Lo patea Tucker, ataja Islas pero el defensor toma el rebote y la manda a guardar (los de Huracán nunca reaccionaron ante la tapada del arquero). Dos a cero y comienzo del aluvión de cánticos contra el DT y los jugadores por igual. El resto del encuentor estuvo de más. Son anecdóticos los dos acontecimientos a resaltar, la expulsión de Villarruel a los 31 y el descuento de Walter Ferrero a los 43 (que, incluso poniendo al Globo a un tanto del empate, no generó esperanza en la gente).
Un resultado mentiroso, hasta casi dibujado se podría decir. Si terminaba en goleada para los locales, no se podía reclamar nada. No obstante, una desastrosa tarea (una vez más y van…) del árbitro Mauro Giannini. Cobró muy mal para ambos bandos, pero termina teniendo mayor repercusión por el lado quemero por el penal inventado que deriva en el segundo tanto de Sarmiento.
Cinco partidos jugados, nueve goles en contra, solo cuatro a favor (dos de ellos sobre la hora y de pelota parada), cinco expulsados. Nunca se repitió el equipo. Se cambió el esquema que se había utilizado durante toda la pretemporada luego de la cuarta presentación en el torneo. Cero ideas. Cero fútbol. Cero planteos. Cero aciertos en los cambios. ¿Hay alguna duda de que hay que pegar el volantazo ya mismo? A falta de 33 fechas, Huracán casi se está despidiendo del objetivo planteado. Para lograr el ascenso, habría que perder la misma cantidad de partidos en todo lo que resta del torneo, que lo que se perdió hasta ahora…
Mañana habrá reunión entre la CD, Mariano Juan y Héctor Rivoira para decidir el futuro de quien, al menos hoy, sigue siendo el director técnico de la primera. Si se va, y todos los caminos conducen a esa definición, el candidato número uno para ponerse el buzo (más por posibilidad de que diga sí que por deseo verdadero del club) es Facundo Sava, quien dirigió hasta hace poco tiempo a San Martín de San Juan. Habrá que esperar un día más…
Huracán: Islas; Danelón, Walter Ferrero, Villán, Domínguez, Minici; Busse, Villarruel; Martínez; Bottaro y Barrales.
DT: Héctor Rivoira.
Sarmiento: Ischuk; Aguilar, Tucker, Delgado, Dematei; Quiroga, Garnier, Maidana, Andrizzi; Tamburelli y Cuevas.
DT: Sergio Lippi.
Árbitro: Mauro Giannini.
Estadio: Eva Perón.
Cambios: :0 ST – Chacón por Martínez; 0 – ST Bustos por Danelón; 23 ST – Oviedo por Bottaro; 25 – ST Aillapan por Tamburelli; 34 – ST Iuvalé por Garnier; 41 – ST Concistre por Quiroga.
Goles: 13 PT – Héctor Cuevas; 19 ST – Roberto Tucker; 43 ST – Walter Ferrero.
Amonestados: 22 PT – Nicolás Minici; 36 PT – Luis Garnier; 2 ST – Luis Quiroga; 18 ST – Santiago Chacón.
Incidencias: 31 ST – Expulsado Villarruel.
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