¡Sí, señor! Huracán volvió a la victoria y de qué manera. Derrotó como visitante a Almirante Brown por 4 a 0 (le quitó un invicto de 15 partidos en su estadio) y alegró el fin de semana de todos sus hinchas. Varios puntos altos en el equipo quemero que, si bien se trajo de Isidro Casanova una diferencia algo abultada, ganó, como se le pedía y como se necesitaba.
Los números indicaban que conseguir un triunfo hoy era algo más que complicado para Huracán. El rival llegaba invicto de local, con un solo partido perdido en el torneo y tan solo ocho goles recibidos en todo el certamen. Sin embargo, eso es lo lindo que tiene el fútbol. El Globo encontró un buen funcionamiento colectivo y, si bien tuvo fallas, pudo imponerse sin mayores sobresaltos a quien llegaba trece lugares arriba en la tabla de posiciones.
El arranque del partido mostró dos conjuntos que intentaron adueñarse del mediocampo para luego comenzar a atacar. Brown se impuso en ese duelo inicial y se arrimó al arco de Islas con relativo peligro. Las primeras llegadas pertenecieron a la «Fragata». Huracán, por su parte, intentó avanzar en terreno ajeno de dos formas diferentes, con la gambeta de Defederico por derecha y con la velocidad de Bustos por izquierda. El punto de referencia de ambos fue el más adelantado del equipo, Barrales, quien tuvo una entrega irreprochable.
Hacia los 24 minutos, Defederico ejecutó un tiro libre en forma de centro, fuerte y con rosca, al corazón del área. Barrales ensayó un cabezazo con destino de red aunque para el árbitro nadie la tocó. El ex Banfield lo festejó como propio pero el gol, primero desde su regreso al club, fue de Matías Defederico. En casi media hora, el Globo se ponía en ventaja. Desde entonces y hasta el final del primer tiempo, Huracán se quedó. Brown intentó inclinar la cancha aunque fue más voluntad que buen juego. La profundidad la encontró solo por izquierda, superando en varias oportunidades a un desdibujado Minici. Al descanso se fueron ambos conjuntos con sabores bien diferentes. Lo justo hasta ese momento era el empate.
En el complemento, el partido tuvo su punto de inflexión casi definitivo al comienzo. Iban tan solo 4 minutos cuando Bustos robó una pelota (mala salida de Robles) en campo contrario. Con la defensa rival mal parada, el volante quemero llegó hasta el fondo y envió un centro que derivó en una carambola. Tras la serie de rebotes, Echeverría, zaguero central de la «Fragata», la metió en su propio arco, por encima del arquero. Dos a cero. Alegría y desahogo para el Globo, que a esa altura necesitaba únicamente manejar los tiempos para llevarse los tres puntos a casa.
Los dos tantos de diferencia determinaron un partido diferente al visto hasta ese momento. El local adelantó varios metros a sus líneas, dejando inevitablemente espacios en el fondo; espacios que Matías Defederico supo aprovechar. A los 15, el ex Independiente combinó con Bustos en las afueras del área grande, continuó con balón dominado hasta la línea de fondo y envió un centro preciso que Danelón, quien hizo las veces de volante por derecha y llegó al área en repetidas ocasiones, empujó de palomita al fondo del arco. Tres a cero. Alegría, incredulidad, éxtasis.
Los minutos restantes permitieron dos cosas. En primer lugar, realzar las actuaciones individuales de los quemeros: Mancinelli y Erramuspe sacaron todo desde el fondo. Villarruel se hizo amo y señor del mediocampo; aportó balance, contención y juego. Barrientos mejoró su rendimiento. Barrales siguió luchando con alma y vida, su sacrificio arrancó aplausos en toda la tribuna visitante. Por otro lado, sirvieron para coronar una mañana perfecta. A los 37, Milano, ya en cancha, recibe un cambio de frente de otro que también había ingresado desde el banco, Martínez. Desbordó por derecha y sacó un centro rastrero hacia el medio. Villarruel, premio al esfuerzo, se encargó de tocarla suavemente y convertir su primer gol con la camiseta del Globo.
Huracán no convertía 4 goles en un partido desde el 16 de mayo de 2009. Aquella vez fue en el Ducó, ante River (partidos memorables si los hay). Si bien la realidad es otra, hoy se ganó y era fundamental hacerlo. Los tres puntos dan aire y la goleada se disfruta muchísimo. Pero a no dormirse. El lateral izquierdo fue la falencia principal del Globo, y el único recambio para Minici es Cura, pues Sotelo está lesionado. Aún hay mucho por mejorar. El viernes próximo, en el (ahora bendito) Palacio, el compromiso será ante Douglas Haig. ¡Que se repita! ¡Que se repita!
Huracán: Islas; Mancinelli, Erramuspe, Domínguez, Minici; Danelón, Villarruel, Barrientos, Bustos; Defederico y Barrales.
DT : Juan Manuel Llop.
Almirante Brown: Losa; Filippetto, Garré, Echeverría, Ortíz; Centurión, Meza Sánchez, Zacaría, Marrone; Chávez y Caballero.
DT: Blas Giunta.
Árbitro: Mariano González.
Estadio: Fragata Presidente Sarmiento.
Cambios: 34 PT – Robles por Filippetto; 14 ST – Giménez por Marrone; 14 ST – Altobelli por Garré; 22 ST – Martínez por Defederico; 27 ST – Busse por Danelón; 35 ST – Milano por Bustos.
Goles: 24 PT – Defederico; 4 ST – Echeverría (en contra); 15 ST – Danelón; 37 ST – Villarruel.
Amonestados: 13 PT – Filippetto; 33 PT – Barrientos; 4 ST – Barrales; 24 ST – Caballero; 28 ST – Villarruel.
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