7 septiembre 2024

En el 42º aniversario del título obtenido en 1973, Huracán recibe a Tigre por el encuentro de vuelta de la Copa Sudamericana, tras haber ganado el clásico ante CASLA. 

Esta tarde-noche, algunos de ellos se sentarán frente al televisor a mirar el encuentro. Otros, quizá ni eso. A lo mejor, un Loco hasta se acercará al Tomás A. Ducó, y se sentará en las butacas de la Platea Alcorta, recordando aquellas gambetas gloriosas que él mismo hacía sobre la banda derecha, esas que revolcaban a sus rivales por doquier y enloquecían a la gente desde la Bonavena.

«No está nada mal», pensará hoy Miguel, a quien le ha tocado vivir la debacle desde adentro con el buzo de DT, siendo así partícipe de una gloriosa institución que se caía a pedazos. Lo mismo se le cruzará por la cabeza a Roque y Omar, homenajeados tantas veces por un equipo que transitaba la B Nacional sin rumbo.

Pichín Roganti, El Buche y el Lobo, Daniel, y hasta el mismísimo Coco, observarán un poco más tranquilos el fondo del Globo, ese que fue tan débil y vulnerable durante tantos años, pero que ahora se ha puesto lo suficientemente firme para lograr, de a poquito, todos sus objetivos.

Fatiga podrá decir con orgullo que formó parte de los dos equipos más vistosos de los últimos 50 años de nuestro fobal, pero tampoco se decepciona demasiado con el presente de la actualidad. Por otro lado, estará entre tinieblas uno que pudo haber sido ídolo absoluto, pero que decidió no volver a pisar nunca más el Tomas A. Ducó. No porque no quiera, sino peor, porque no puede. Sin embargo, con tono Inglés, él también pensará que no está nada mal. Se sorprenderá quizá, de cómo el club pudo salir a flote pese a la infinita cantidad de cagadas que, con su propia voluntad, generó a lo largo de su nefasto mandato.

Algún memorioso leerá esta previa y tendrá ganas de zamarrear a su autor. Existe la posibilidad de que estas líneas se malinterpreten. Es verdad, no quedan dudas que los que representan hoy a todos los quemeros están a años luz de aquellos monstruos del balón pie. Pero lo que ellos mismos pensarán esta tarde, es que luego de dos títulos, la vuelta a Primera, el reciente clásico del fin de semana -ese que todavía produce risitas socarronas y cargadas para los de la vereda de en frente- y el hecho de disputar nada más y nada menos que la Copa Sudamericana, es un panorama muy distinto al que les ha tocado vivir durante las últimas cuatro décadas. Porque cuando se siga recordando a este equipo a lo largo de los años, ya no se podrá decir que se hace debido a la escasez absoluta de campeonatos, sino a la impronta inolvidable de aquel plantel que supo encandilar a propios y ajenos.

Hoy, el equipo de Eduardo Domínguez intentará escribir algunas líneas más de esta rica historia. Y aunque a veces parezca que, tan repentinamente, todo lo conseguido se viene a pique, habrá que pensar quemero, que este presente NO ESTÁ NADA MAL.

Síntesis:

Huracán: Marcos Díaz; Federico Mancinelli,  Martín Nervo/Mario Risso, Santiago Echeverría, Luciano Balbi; Agustín Torassa, Nicolás Bruna, Iván Moreno y Fabianessi, Alejandro Romero Gamarra; Ezequiel Miralles/Ezequiel Gallegos, Iván Borghello.

Tigre: Sebastián D’Angelo; Erick Godoy, Leandro González Pirez, Juan Carlos Blengio y Ernesto Goñi; Facundo Sánchez, Horacio Orzán o Agustín Pelletieri, Lucas Menossi y Jorge Rodrí­guez; Federico González y Carlos Luna.

Árbitro: Jesús Valenzuela (Venezolano).

Hora: 18.30

Transmiten: Fox Sports, y El Ojo del Huracán por AM 1090.


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