Huracán cayó 1-0 ante Gimnasia de Jujuy en el Ducó y desperdició una oportunidad inmejorable de acercarse a los puestos de ascenso. Una vez más, quebró una racha negativa del equipo adversario. El gol llegó por una distracción y no hubo planteo que valga: Kudelka atacó con nueve jugadores, pero no logró la remontada.
Foto: Daniel Méndez
Se dice que en el fútbol no hay lógica. Que si bien hay favoritos, cualquiera le puede ganar a cualquiera. Que el azar es un factor importante y siempre toma cartas en el asunto. Pero Huracán es un ejemplo claro de la excepción a la regla. O, al menos, lo es desde hace muchos años, porque cada vez que necesita la victoria imperiosamente, tiene todas las de ganar y se anticipa un triunfo fácil, el Globo empata o pierde. Va más allá del técnico o los jugadores de turno. Se cumple siempre, preocupa y molesta.
Ayer, la sortija la tomó Gimnasia y Esgrima de Jujuy. El conjunto del norte argentino llegó al Ducó con una estadística que entusiasmó a la parcialidad local, siete derrotas consecutivas fuera de su estadio. El planteo del elenco de Mario Sciacqua se correspondió con tal realidad: defensa firme, línea recta de volantes y las esperanzas de ataque depositadas únicamente en los casi dos metros de altura de Matías Quiroga. Por su parte, Huracán recurrió al mismo 4-1-2-3 que utilizó ante Crucero del Norte y Sportivo Belgrano, aunque con una modificación en los artífices, Víctor Cuesta en lugar del lesionado Federico Mancinelli.
Déja vu. Todo comenzó de forma idéntica al choque con el Colectivero. Antes de los diez minutos y por medio de un cabezazo, Milton Céliz marcó la ventaja para el Lobo. Huracán, con el marcador en contra desde muy temprano, echó mano a los remos. Pero llegó el quiebre respecto a la remontada conseguida dos semanas atrás: no hubo claridad, buen juego ni fineza a la hora de atacar. El Globo encerró a Gimnasia en su campo, pero se trató de un empuje voluntarioso y no un plan elaborado. Ni siquiera en el complemento, con nueve jugadores en terreno adversario -Alejandro Capurro fue el único que se quedó detrás de mitad de cancha para marcar a Quiroga-, pudo poner fin a la resistencia del rival, que se llevó el triunfo de Parque Patricios.
Fue un partido bisagra, un punto de inflexión. Un equipo con planes de gloria no puede permitirse caer en su casa de la forma en que Huracán lo hizo. Los números no se modificaron de sobremanera, pero la derrota resultó ser un baldazo de agua fría a la ilusión. De cara a lo que viene, con las chances matemáticas aún de su lado, el Globo deberá demostrar protagonismo y personalidad para los encuentros decisivos. Y, también, deberá cortar con la mala costumbre.
Huracán: Monzón; Mandarino, Domínguez, Cuesta, Arano; Villarruel; Capurro, Toranzo; Villafáñez, Caruso y Defederico.
DT: Frank Kudelka.
Gimnasia de Jujuy: Hoyos; Sosa, Desvaux, Sánchez, Sanabria; Callejo, Brum, Solís, Salces; Céliz y Quiroga.
DT: Mario Sciacqua.
Árbitro: Facundo Tello.
Estadio: Tomás A. Ducó.
Goles: 7 PT – Milton Céliz.
Cambios: 0 ST – Martínez por Arano; 9 ST – Ábila por Villafáñez; 11 ST – Bustos por Salces; 11 ST – Ferreira por Brum; 18 ST – Martirena por Céliz; 26 ST – Romero Gamarra por Mandarino.
Amonestados: 24 PT – Callejo; 38 PT – Brum; 43 PT – Sanabria; 45 PT – Arano; 15 ST – Capurro; 31 ST – Desvaux.
Incidencias: 47 ST – Jorge Sanabria es expulsado por doble amonestación.
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