Mañana comienza, una vez más, el sueño de volver a Primera…
Luego del cuarto descenso, en junio del año pasado, Huracán jugó su décima temporada en la segunda categoría del fútbol argentino. Una desastrosa dirigencia, que renunciaría antes de tiempo, y un plantel con muchos mercenarios, condenaban al Globo a tener que jugar un partido desempate con Gimnasia LP, en la Bombonera, para definir quién descendía directamente y quien jugaría la Promoción. Dicho encuentro, que se jugó entre semana, resultó de la peor manera y nos llevó a transitar, otra vez, una división a la cual no pertenecemos.
Pese a descender por cuarta vez en 25 años, la gente dio el presente, como siempre lo hace. Y así comenzaba hace un año, también de visitante, en Córdoba, otro sueño de volver a la máxima categoría. Sin embargo, las pálidas no cesaban, ni siquiera en la B: Huracán se volvió con un 0-2, golpe que anticipaba lo que estaría por venir durante el resto de la temporada. En contra de todos los pronósticos, y las expectativas del pueblo quemero, lejos de pelear por los primeros puestos, el Globo estuvo hasta la fecha 36 pendiente de los promedios… pero los de abajo. Un segundo descenso consecutivo amenzaba peligrosamente a la institución y al corazón de sus hinchas. Irónicamente, el partido que trajo la tranquilidad fue, nada más y nada menos, contra Gimnasia, mismo rival de aquel nefasto encuentro en La Boca (que, dicho sea de paso, le fue en vano al Tripero porque luego perderían la Promoción frente a San Martín de San Juan).
Uno podría ponerse a comparar las similitudes entre una situación y la otra, pero yo quisiera recalcar las diferencias reales que hay. Hace un año, los refuerzos no querían venir, los que llegaban lo hacían porque estaban mal desde lo físico (caso Desvaux) o porque no los quería ningún otro club, los que se quedaron lo hicieron de mala gana (y luego pagaríamos las consecuencias, sino miren el caso Cámpora…). La institución y sus instalaciones estaban a la miseria; no había dinero para absolutamente nada. Huracán no podía vender a ningún jugador, y pensar en sanear el club era lo mismo que pensar en la máxima de las hazañas.
Hoy por hoy, a poco de iniciar un nuevo torneo, la ilusión es la misma, o quizás más aún. Jugadores con pasado en el club volvieron para dar una mano; los que se suman, o casi todos ellos, lo hicieron sin dudarlo, y con fe en el proyecto; los que se quedan lo hacen con ganas. Aquellos mercenarios que tanto daño nos han hecho, se han ido (seguirán haciendo de las suyas en otros clubes, seguramente). El plantel está unido. La gente acompaña, por supuesto. El club, lejos de ser modelo, está creciendo. Sus pasos no son agigantados, pero son pasos al fin. Las Inferiores empiezan a demostrar sus frutos; los jugadores y el club se revalorizan; los deportes que se practican vienen en ascenso; las instalaciones van mejorando de a poco; aparecen acciones dirigenciales con fines que benefician a los socios. Y más.
Insisto, estamos lejos de lo que la historia quemera demanda, pero estamos en vías de desarrollo. Depende de todos nosotros que Huracán vuelva a tomar el lugar que merece, que supo tener y que aún le pertenece. Todos debemos aportar, desde donde podamos, para volver a ser aquel club enorme de décadas pasadas.
Y todo esto puede tener un punto de inicio el día de mañana. Desde las 17:10 hs, en el estadio Mundialista de Mar del Plata, Huracán visitará a Aldosivi por la primera fecha de la temporada 2012/2013 de la B Nacional. Fernando Rapallini impartirá justicia entre estos dos clubes, que se han visto las caras en ocho ocasiones pasadas (6 triunfos quemeros y 2 derrotas). El Chulo mandará al verde césped a Islas; Danelón, Mancinelli, Domínguez, Minici; Battaglia, Villaruel, Martínez; Milano, Vega y Barrales. Al banco Monzón, Villán, Hernández, Gallegos, Chacón, Bustos, Busse (que ya está habilitado porque Independiente levantó las inhibicioens) y Nahuel Oviedo (aunque uno de estos nueve quedará afuera).
Imposible es nombrar a los miles que estarán en la tribuna. Irán en micro, en auto, en camioneta y hasta en moto. Acompañarán, una vez más, como siempre lo han hecho y como siempre lo harán, al club de sus amores, a nuestro infinitamente querido Club Atlético Huracán. Los que no puedan ir y lo miren por televisión (Canal 9), quédense tranquilos, podrán oír el famoso «Globo, mi buen amigo, esta campaña’ volveremo’ a estar contigo», y el escalofrío recorrerá todo su cuerpo.
Mañana comienza, una vez más, el sueño de volver a Primera…
¡AGUANTE HURACÁN!
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