Luego de 365 días completos se puede afirmar que el 2012 no fue el mejor año para Huracán. Transitando por una categoría a la cual no pertenece, penando resultados adversos, sufriendo la escasez de alegrías. Soportando lo que ningún otro club ha soportado jamás. Sin embargo, acá estamos. Huracán se hace sentir, se hace notar, da que hablar. Propios y ajenos suelen preguntarse por qué el Globo está siempre en la discusión, cuál es el motivo por el cual siempre se lo ubica entre los grandes, qué hay detrás de la dura realidad que lo golpea una y otra vez…
Para tantas preguntas hay respuestas, de hecho, una única respuesta: la gente. Algunos tildarán de trilladas estas palabras, pero no por eso caen en falsedad. Huracán está vivo y respira gracias a la gente, su gente. Cómo el Globo no va a hacerse notar si cumplió 104 pirulos y todavía lo sigue una multitud. Cómo no va a dar que hablar si la fidelidad de sus hinchas va creciendo constantemente mientras las adversidades tocan la puerta cada vez con más fuerza. Cómo no va a ser grande si tiene miles de guardianes que lo protegen de todo mal. No hay golpe que el Pueblo Quemero no pueda soportar.
«Podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera», dijo alguna vez Pablo Neruda. Yo creo que nosotros, los hinchas, somos la primavera. Nos han robado la ilusión de salir campeón, nos han vaciado institucionalmente, hemos descendido, en fin, sufrimos más veces de las que se pueden contar. Nos han cortado las flores. ¿Pero acaso nos bajamos del barco? ¿Nos rendimos? No. Esas palabras no encajan en nuestras cabezas. Somos quemeros y Huracán es parte nuestra, y así como no podemos vivir sin pulmones o sin corazón, no podemos vivir sin el Globo. Es una insignia que llevamos grabada a fuego en la piel, en el alma. El ser quemero es verdaderamente incomparable, muy difícil incluso de explicar. Como Huracán, no hay nada. Como sus hinchas, no hay nadie.
Por todo eso, este año será para el olvido en cuanto a resultados deportivos, sí, pero no dejará de ser uno más junto a nuestro queridísimo club. Esta noche celebramos la llegada del 2013, festejamos el comienzo de un nuevo año unidos a nuestra insignia, la más característica y distintiva de todas. Nuestro sentido de pertenencia es único y por eso no es necesario que les diga qué hacer al momento del brindis, pues a todos nos nacerá desde adentro. Esta noche, alzamos las copas por Huracán.
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