Luego del último fin de semana, tras irme de la cancha, estuve muy triste hasta el día de hoy, no por el resultado, ni por cómo jugó el equipo, sino por el pensamiento de mucha de la gente quemera…
Después de que en la semana un grupo de violentos haya irrumpido en el vestuario de los jugadores, les hayan pegado, robado y hayan arruinado sus autos, estos jugadores tenían que salir a la cancha a representar a estos delincuentes, que creen que por actuar de esa manera van a jugar mejor, o por lo menos eso dicen, aunque el motivo realmente sea sacar un técnico por intereses económicos.
Qué habrá pasado por la cabeza de estos muchachos al salir a la cancha y escuchar que el público los seguía puteando, amenazando con pegarles, en lugar de repudiar el actuar de los barras, que dejaron a miles de quemeros sin poder ir a la cancha (mientras que ellos fueron tranquilamente); dejaron sin entrenador al club, que más allá de todo lo que podía criticarse a Llop, fue el entrenador que más puntos sacó en los últimos tiempos; y además generaron un clima que no tenía nada que ver con la actualidad del club. Es entendible que Huracán es un club grande y tendría que estar peleando por el regreso a la primera división, pero no es necesario seguir pudriendo el ambiente en mitad de un torneo, cuando no fue tan mala la campaña hasta el momento y estamos a la espera de que Mohamed venga quién sabe cuándo y haga lo suyo.
Ahora Huracán tiene un DT interino a la espera de otro técnico que nadie sabe cuando vendrá, con jugadores desmotivados que ya no parecen metidos en su trabajo, con una dirigencia que deja mucho que desear y encima se le suma un público enojado porque el Globo no pelea por ascender.
Lo hecho, hecho está. En mi opinión, ahora hay que bancar al Globo, ya habrá tiempo para insultar y buscar culpables, hay que bancar a los jugadores que ya se contrataron hace rato, más allá de que nos gusten o no, lo peor que podemos hacer es amenazarlos en esta situación, y a Rinaldi que esta poniéndole el pecho. Hay que tirar todos para el mismo lado, porque si se sigue calentando el ambiente, nadie sabe cómo va a terminar esto. Todavía quedan ocho fechas para que el torneo termine y hay que hacerlo de la mejor manera.
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