San Lorenzo se salió con la suya: no se cumplió el estatuto y el clásico recién se jugará en 2019. Los manejos de la Superliga perjudicaron nuevamente a Huracán, que tendrá un calendario apretado en el año próximo.

Los castigos y las reglas de la Superliga son solamente para algunos equipos. Otros tienen total impunidad y pueden manejarse como se les dé la gana, dejando el estatuto en segundo plano y buscando el beneficio propio por sobre la organización de un torneo.

San Lorenzo nunca quiso jugar el clásico y, por ende, la Superliga tampoco. Es fácil para el club de Bajo Flores tomar decisiones cuando las autoridades del organismo que rige el fútbol son muy allegadas a su institución: Mariano Elizondo, ex socio de Tinelli en IDEAS DEL SUR, es el presidente de Superliga, mientras que Matías Lammens, Presidente de CASLA, es el vice segundo.

“La seguridad no brinda operativo” fue la excusa de Superliga y San Lorenzo. Lo cierto es que el propio Alejandro Nadur se comunicó con el Ministerio de Seguridad y las garantías fueron otorgadas. Por otro lado, el presidente de Huracán presentó seis opciones para disputar el clásico entre lunes y martes, ya sea en el Nuevo Gasómetro, en provincia, con o sin público local.

Si bien San Lorenzo no quiere jugar en horario nocturno porque sus hinchas sufren robos cuando salen del estadio, tampoco aceptó hacerlo de día porque su público no iba  a poder asistir. Lo mismo le ocurrió a Huracán ante Godoy Cruz, pero el Globo cumplió con las normas y jugó 24 horas después, un día de semana y con un horario poco favorable para la asistencia de su gente.

Todo parece indicar que los del Bajo quisieron postergar el encuentro debido al mal momento futbolístico que está pasando su equipo. Es más conveniente, para el club azulgrana, disputar el clásico luego de la pretemporada, con el equipo más aceitado a la idea del nuevo entrenador y con los refuerzos disponibles.

Huracán ya sufrió la misma situación contra Argentinos Juniors, que no quiso jugar en fecha FIFA el partido postergado. El equipo de Alfaro tendrá por segunda vez un parate de 21 días sin jugar, en tan solo tres meses de competencia, y llegará sin ritmo para enfrentar al invicto Defensa. Contra todos y contra todo, Globo.

A continuación el ida y vuelta entre Nadur y Elizondo, y el mail del Ministerio de Seguridad que prueba la mentira de la Superliga:


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